Es uno de esos discos sin fecha de caducidad: han pasado más de 30 años desde su publicación y su sonido sigue siendo fresco y muy agradable.
Steve Miller había triunfado ya años antes, con el famoso "The Joker" pero fue con este trabajo cuando se consagró definitivamente en el mundo de la música, acercándose al gran público setentero, que aún no conocía demasiado el sonido disco y demandaba canciones rítmicas y bailables.
Empezó en el mundo del Blues y estuvo a punto de perderlo todo en un accidente de tráfico. Justo después de este suceso decidió darle un cambio a su vida y apostó por un sonido más optimista y rockero en su música, que tuvo resultados brillantes.
Este es uno de esos "discos de carretera", para llevar en el coche -mejor en un día soleado- y escuchar con un volumen alto.
Steve Miller había triunfado ya años antes, con el famoso "The Joker" pero fue con este trabajo cuando se consagró definitivamente en el mundo de la música, acercándose al gran público setentero, que aún no conocía demasiado el sonido disco y demandaba canciones rítmicas y bailables.
Empezó en el mundo del Blues y estuvo a punto de perderlo todo en un accidente de tráfico. Justo después de este suceso decidió darle un cambio a su vida y apostó por un sonido más optimista y rockero en su música, que tuvo resultados brillantes.
Este es uno de esos "discos de carretera", para llevar en el coche -mejor en un día soleado- y escuchar con un volumen alto.
Clásicos como el incombustible "Serenade", el propio tema que titula el disco "Fly Like And Eagle" o la casi olvidada "Take The Money And Run" no dejan indiferente a los que apreciamos las cosas bien hechas.
Un álbum imprescindible del sonido de los 70.
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