Una de las grandes voces de la música británica, adaptando temas del gran escritor de canciones de la música estadounidense.
Un álbum hecho con ganas. Se nota cuando uno lo escucha, porque no se trata de copiar canciones del "poeta" Dylan sino más bien de impregnarlas de un sello personal: el de un músico elegante llamado Bryan Ferry.
Esto me recuerda que las canciones, si son buenas, no tienen fecha de caducidad. No importa si son viejas, porque siguen sonando bien. Eso es lo importante...
Ferry eligió 11 canciones del inmenso repertorio de Dylan y casi las hizo suyas en un disco que ya había pensado grabar en los 70, pero que fue abandonando hasta cumplir los 60.
¿El resultado? Uno de los mejores tributos que el alma máter de Roxy Music hace a Bob Dylan, con canciones como "All Along The Watchtower", "The Times They Are A Changin'" o la que puedes escuchar si le das al Play, "Knockin' On Heaven's Door"... Gloriosa.
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