Otro de esos viejos rockeros que nunca mueren. El neoyorquino Willy DeVille lleva la friolera de tres décadas enganchado a la música y otros vicios. Aún le quedan fuerzas para presentarnos un disco donde no se casa con ningún estilo en particular.
Su peculiar voz rota se rodea de Blues, Rock, Gospel y hasta Country en este trabajo maduro y bien hecho.
La edad lo ha vuelto más sentimental y le dedica una canción a sus comienzos ("I Remember The First Time"), otra a su Manhattan natal ("The Mountains Of Manhattan") e incluso una a su querida Nueva Orleans ("The Band Played On"). Y eso que siempre ha tenido más éxito en Europa, que en norteamérica.
Pero a lo que vamos: si lo conocías ya, imagino que querrás saber cómo suena este nuevo disco. Y si no es así, es buen momento para acercarte a su música. Este "When I Get Home", puede ser un ejemplo válido en cualquiera de las dos circunstancias...
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